En España, el registro de jornada laboral es la obligación que tienen las empresas de llevar un control diario de las horas que trabajan sus empleados, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de la normativa laboral, evitar abusos y controlar las horas extraordinarias.
Esta obligación se regula en el artículo 34.9 del Estatuto de los Trabajadores, tras la modificación introducida por el Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo.
Puntos clave:
-
Aplicación: afecta a todas las empresas y a todos los trabajadores, cualquiera que sea su jornada (tiempo completo o parcial).
-
Contenido: debe reflejar la hora concreta de inicio y fin de la jornada de cada trabajador.
-
Formato: no se exige un sistema específico; puede hacerse en papel, mediante hojas firmadas, aplicaciones digitales, sistemas biométricos, fichaje con tarjeta, etc. Lo importante es que sea objetivo, fiable y accesible.
-
Conservación: la empresa debe guardar los registros durante 4 años y tenerlos disponibles para la Inspección de Trabajo y para los propios trabajadores o sus representantes.
-
Horas extraordinarias: este control permite comprobar si se hacen horas extra y que estas se registren y se retribuyan o compensen según la ley.
-
Sanciones: el incumplimiento de esta obligación puede considerarse una infracción grave, con multas de hasta 7.500 €.
En resumen: el registro de jornada laboral en España es el “fichaje obligatorio” de la entrada y salida de cada trabajador, una herramienta para garantizar transparencia en el tiempo trabajado y proteger los derechos laborales.